miércoles, 8 de diciembre de 2010

Casi me caigo

Tengo delante cuatro cartas para ganar la partida. Me encuentro delante de una mesa redonda con bastante gente, y alguien detrás mio, bastante pesado, diciendome como debo jugar.
Por más que me enseñen, aun nose jugar a las cartas. Yo lo intento, pero juego a mi manera. Me llegan a odiar. A querer más. A estar más conmigo. A enfadarse. A advertirme. A no mirarme. A ignorarme.
"Déjame tranquila" le decía al sospechoso pesado de detrás, "que más te da como juegue, piensa en ti y no en mi, que ya me cansas."
Pero insistia en que jugará así o asá, hasta tal punto en que por más que quisiera ignorar no podia. Así que antes que me tocara tirar la última carta, me levanté, puse las manos debajo de la mesa, la levanté y la tiré. El ruido de las fichas cayendo al suelo era bastante incomodo y mis contricantes quedaron pasmados del espectáculo. Por poco me tropiezo con mi silla.
Y es que, si me repiten las cosas muchas veces, no las hago. De momento nose jugar a cartas muy bien. Pero, se lo que hago!

No hay comentarios:

Publicar un comentario