lunes, 20 de diciembre de 2010

Frío, otra vez

Su mirada no era fija. Se distraía a la mínima. Parpadeaba mucho. Sus manos estaban inquietas. También, estaban sudorosas. Cruzaba y descruzaba las piernas. Parecía que no le importaba, que preferia pensar en otras cosas. Su mente estaba igual de cuadrada y cerrada. Al final no le besé.

Pero no fue así.
Me encanta.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

18.11

De momento, me siento como una turista en Nueva York siendo llevada en un taxi por un haitiano a vete a saber donde. Me resigno a ir donde me lleve. Quizá con suerte me lleve donde voy.
Buen trabajo pequeña!

Casi me caigo

Tengo delante cuatro cartas para ganar la partida. Me encuentro delante de una mesa redonda con bastante gente, y alguien detrás mio, bastante pesado, diciendome como debo jugar.
Por más que me enseñen, aun nose jugar a las cartas. Yo lo intento, pero juego a mi manera. Me llegan a odiar. A querer más. A estar más conmigo. A enfadarse. A advertirme. A no mirarme. A ignorarme.
"Déjame tranquila" le decía al sospechoso pesado de detrás, "que más te da como juegue, piensa en ti y no en mi, que ya me cansas."
Pero insistia en que jugará así o asá, hasta tal punto en que por más que quisiera ignorar no podia. Así que antes que me tocara tirar la última carta, me levanté, puse las manos debajo de la mesa, la levanté y la tiré. El ruido de las fichas cayendo al suelo era bastante incomodo y mis contricantes quedaron pasmados del espectáculo. Por poco me tropiezo con mi silla.
Y es que, si me repiten las cosas muchas veces, no las hago. De momento nose jugar a cartas muy bien. Pero, se lo que hago!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

18.10

La música que iba escuchando de pronto se escuchaba de lejos. Mis pies se arrastraban y mi andar era irregular. No sabía que hacer con las manos. La gente me miraba. Mis ojos se abrian y se cerraban. Tenía frío, tenía calor. El suelo se acercaba a mí.



Ojalá hubiera sido así y mis piernas no me llevaran (ya por pura inercia) donde tengo que ir.