No he dejado un momento de amarte,
ni cuando sale la luna por la mañana, ni el sol por la noche.
Sueño con tus abrazos y la luna me contempla,
sueño con tus besos, y el viento me lleva.
Nada he de pedirte para que el silencio me lleve a ti.
No ha dejado mi corazón de pedirte que vuelvas,
ni cuando despierta almas, ni cuando pide irse al horizonte.
Sueño con tus caricias y el sudor me atrae,
sueño con tu cariño y los labios me atraen.
No ha soñado nunca mi corazón en lo que tu sonrisa me pide.
No he dejado de luchar por despertarme a tu lado,
pero perdóname si algún día no me ves
ni cuando sale la luna por la noche, ni el sol por la mañana.