lunes, 29 de agosto de 2011

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¿Te acuerdas de aquella vez que tuve que aguantar un plato de comida porque nadies se ponía de acuerdo en sentarse? ¿Tan lleno estaba el plato?
Recuerdo que tenía tomate de los nervios, lechuga de la tristeza, arroz de estrés, espaguetis de delicadeza, cebolla del odio, zanahoria de la inseguridad y especias de la desconfianza.
Pesaba mucho ese plato. ¿Cómo mis brazos pudieron aguantar ese peso? Podría haberme puesto más fuerte, pero nada.
Lo pasé mal.
Tanto autoimbécil suelto que hay, exacto, aquel que sólo se escucha a sí mismo. No se ponían de acuerdo en sentarse. Debería haber puesto esos tiquets de las carnicería, que ayudan a poner un orden. O tirar el plato al suelo. O convertirlos en flores.
Lástima que esto no lo publique.
A pesar del peso, le faltaba algo a ese odioso plato...claro! no habían huevos duros.
¿Y porqué sigo aguantando el plato?

1 comentario:

  1. Hola Karina!, he visto tu solicitud para pertenecer al club y por eso he venido a verte. Decirte k estoy muy feliz d saber k kieres ser miembro de esta gran familia y ke estaría encantada de hacerte socia. Decirte k para ello necesito k me facilites cierta información. Encontrarás más detalles sobre esto justo debajo de la imagen de cabecera del blog, igualmente voy a crear una entrada k va digida a todas las mujeres k en estos últimos días me han pedido pertenecer al club. Pásate por el blog y échale un vistazo. Y cuando tengas listo todo lo k pido para realizar la ficha d socia, me lo haces llegar, vale?. Cuando lo tenga en mi podre procederé a hacer tu inscripción.

    Saludos!, por cierto, ya t sigo!, xao!!!

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