Se consumía el cigarrillo sostenido por mi mano izquierda. Con la otra mano jugueteaba con la botella de cerveza que me estaba bebiendo. Me apoyaba en la mesa y escuchaba tus palabras. Tan solo un rato pensé que no era la primera, esto ya había ocurrido. Como aquellas golosinas de fresa que te recuerdan el sabor de otra golosina y te hacen sentir especial. Esto ya había ocurrido. O quizá no. Otra vez delante de esa puerta, una lucha de la que no podré escapar. Los dos sabemos que es horrible, así que me pido otra cerveza mientras el cigarrillo se consume. Me encanta explicarte cosas, eso de que me entiendas me gusta y si te molesta, me gusta como disimulas porque nosé cómo, me dices la solución. Empatía. Sentir. Escuchar. Entender. No recuerdo ningun enfado o discusión, ni delante de esta puerta ni dentro. Somos muy de esa manera. Solitud. Música. Conversaciones.
El capricho de los recuerdos.
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